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Cura Brochero: tras las huellas del santo cordobés

Hacia el oeste de Córdoba, aparece un poblado levantado por un santo que fue hombre. Que abrió caminos y erigió escuelas. Opciones para descubrir su legado en Villa Cura Brochero.

Villa Cura Brochero
Villa Cura Brochero

Dicen que hablaba en el idioma de la gente. Que andaba a caballo y abría caminos. Que era el primero en arremangarse para construir una escuela. Que era pedigüeño, sí, pero con las figuras de poder, ante quienes daba cuenta de las necesidades de su pueblo.

Por todo esto, a José Gabriel del Rosario Brochero lo llamaban el cura gaucho. Debido a ello, también, lo canonizaron en 2016 como el primer santo que nació, vivió y murió en la Argentina. Desde siempre, es una de las figuras emblemáticas de Córdoba.

El capítulo definitivo de su historia comienza con un viaje en mula hacia el oeste de la provincia. Había sido nombrado vicario del departamento de San Alberto, actual Valle de Traslasierra. En vísperas de la Navidad de 1869, partió rumbo a ese destino desde la capital.

Tres días después, luego de atravesar las sierras sobre el lomo de “Malacara”, llegó a San Pedro. Más tarde, por voluntad propia, se instaló en Villa del Tránsito, que pasó a llamarse Villa Cura Brochero desde 1916.

A poco de arribar, animó a los pobladores a levantar capillas e iglesias. De la mano de la gente, creó caminos donde sólo había desierto y salteadores, según revelan las crónicas de la época.

Una vez, incluso, salió a buscar al forajido “Gaucho Seco”. De acuerdo a los relatos, logró llevarlo junto a otros bandidos hasta la Casa de Ejercicios Espirituales, donde consiguió apaciguarlo.

La obra de Brochero

Paseos por Cura Brochero
Descubriendo Cura Brochero

La Casa de Ejercicios Espirituales fue inaugurada en 1877. En el presente, reviste la categoría de monumento nacional. Junto al Colegio para Niñas, que abrió sus puertas en 1880, constituye una parte fundamental del legado del cura Brochero.

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Otros hitos de su gestión incluyen la iniciación del Camino de las Altas Cumbres y la construcción de un acueducto para llevar agua al pueblo desde el río Panaholma. En la actualidad, es posible visitar la mayoría de sus obras.

Por ejemplo, frente a la Plaza Centenario, donde los puestos de artesanos rodean un monumento realizado en su honor, está la Iglesia Nuestra Señora del Tránsito. La piedra fundamental de este templo fue colocada por el propio sacerdote.

Qué hay en el Museo Brocheriano

El Museo Brocheriano permite descubrir las diferentes etapas de la vida del religioso. El predio, presidido por la congregación de Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, está ubicado en la Casa de Ejercicios Espirituales.

El lugar cuenta con 16 salas distribuidas estratégicamente. Allí, se exponen fotos y objetos que representan su fe. Por fuera, se observa un tradicional patio con aljibe y galerías que conectan los diferentes espacios.

Una de las opciones que ofrece el Museo es la de apreciar una reseña histórica de cómo se fue poblando el área de Traslasierra. Aunque, por sobre todo, propone redescubrir la obra del cura gaucho, haciendo hincapié en su legado cultural.

Otra alternativa que se presenta en el predio es la de realizar recorridos guiados que incluyen visitas a la Capilla y el Oratorio, donde descansan los restos del santo.

Además, es posible ingresar a la casa que habitó, que posee objetos de su pertenencia. Otros puntos ideales para visitar son la antigua Posta de Los Algarrobos, La Rinconada y el Cristo Blanco.

Qué hacer en Villa Cura Brochero

Sobre Villa Cura Brochero, vale destacar que cuenta con hotelería de diversas categorías, con alternativas de cabañas y campings.

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Situada 160 kilómetros al oeste de la capital, la ciudad ofrece platos característicos de la región como el chivito, las pastas y los pescados. La mayoría de las propuestas gastronómicas se encuentran alrededor de la plaza principal y sobre Avenida Belgrano.

En el área, otra opción de atractivo natural son las playas del río Panaholma, accesibles desde el balneario Las Maravillas. Desde allí, también es posible realizar caminatas, paseos en bicicleta y cabalgatas para redescubrir los caminos que alguna vez imaginó el santo sobre el lomo de Malacara.