Cenotes en México: la belleza de lo natural
Aguas translúcidas, misteriosas formas y fauna multicolor. Así podría resumirse la clave de los cenotes en la Riviera Maya. ¿Conocés cuáles son los cenotes más importantes y qué aventuras se pueden vivir en las profundidades de estas extrañas estructuras de la naturaleza? Allá vamos, en un pequeño viaje virtual.
Pero antes…
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¿Qué son los cenotes?
Estos pozos deben su nombre a los mayas, que los bautizaron con la palabra Dz’onot, que significa “caverna con agua” y de ahí derivó a su nombre actual: cenotes.
Zacil-Ha, de Tulum
A 8 kilómetros de Tulum, el cenote Zacil-Ha es perfecto para toda la familia, ya que sus aguas transparentes llegan sólo tres metros de profundidad.
Además de los encantos naturales, alrededor de esta formación todo está ideado para el disfrute de grandes y chicos. Una de las ventajas que la caracteriza es que sus bordes están revestidos con madera para facilitar la circulación.
En las cercanías de la estructura, también fueron emplazadas dos piscinas que resultan adecuadas para el caso de que se presenten muchos visitantes. Por cierto, esto ocurre raramente, ya que la calma es uno de los distintivos del lugar.
Dos Ojos, en plena Riviera Maya
En el corazón de la Riviera Maya, sobre la ruta entre Tulum y Playa del Carmen, se encuentra el cenote Dos Ojos. Es parte del parque homónimo, que también guarda los cenotes Jaguar, Nicte Ha, El Pit y Los Monos.
La proximidad entre las formaciones hacen de este espacio una de las propuestas favoritas. Su ubicación privilegiada también es compartida por la hotelería que distingue a la región. Este cenote está formado por dos cuerpos de aguas translúcidas, comunicados por cavernas subterráneas. Ambos integran el sistema Sac Actun, que con sus 370 km de longitud conforma la cueva inundada más grande del mundo.
Con respecto a Dos Ojos, cabe destacar que, desde su entrada, se puede visualizar un extraño juego de luces creado naturalmente por las características del terreno, con sus distintos niveles y aberturas.
Para quienes prefieren ir más allá, en búsqueda del espíritu aventurero, la propuesta cuenta con dos rutas de buceo: Barbie, un recorrido relativamente accesible, iluminado y repleto de estalactitas; y La Cueva del Murciélago, similar al primero, aunque más corto y de menor luminosidad.
Chaak Tun, de Playa del Carmen
Chaak Tun, que significa “lluvia de piedras”, se encuentra a pocos km de Playa del Carmen. Para llegar se debe recorrer un paseo que atraviesa parte de la Selva Maya, un trayecto de un atractivo único.
Destaca por la claridad de sus aguas, que permiten ver estalactitas, estalagmitas y llamativas columnas. Las acompaña un universo de animales acuáticos, como variedades de peces gato y diminutos camarones.
Como parte de Sac Actun, cuenta con un recorrido de tres etapas que inicia en la caverna Pixan. Allí, donde reina la serenidad, permanece oculta una réplica de la Virgen de Guadalupe.
En el segundo nivel, se ingresa a Xibalbá, una cueva utilizada por los mayas para realizar distintos rituales. Desde el acceso, la atmósfera de este espacio resulta excepcional. Más adelante, cientos de estalactitas le añaden otra capa de misterio a su carácter onírico.
Luego, aparece Aluxes, una cueva reconocida por la tranquilidad de sus ambientes. Finalmente, al salir, corona esta experiencia la posibilidad de probar diversos platos típicos en los locales gastronómicos situados alrededor.