Catamarca: ¿Qué hacer en Andalgalá?
Andalgalá constituye un oasis al pie dela Sierra de Aconquija. Su ciudad es la cabecera del departamento homónimo. Se encuentra a 245 kilómetros de distancia de San Fernando del Valle de Catamarca, y se la conoce como “La Perla del Oeste”.
Esta ciudad de poco más de 12 mil habitantes, es un lugar con momentos de relajación y placer, colmado de sensaciones para aquellos que buscan tranquilidad y al mismo tiempo ofrece momentos vertiginosos y emocionantes llenos de adrenalina para los que quieren divertirse. Todo esto rodeado de una fuerte cultura centenaria y en un escenario natural extraordinario.
Tiene una particularidad, un dato de color además de poder realizarse una variedad de actividades, 4×4, turismo minero, safari fotográfico, turismo aventura, enduro y mucho más, posee la menor velocidad del viento de toda la república Argentina.
Imperdibles del departamento de Andalgalá
Templo de San Francisco: La Parroquia San Francisco de Asís es el centro de reunión de la feligresía católica, fue creada en el año 1842.
En el año 1848 se construye la actual iglesia, cubriendo la antigua edificación, el primer párroco de esta jurisdicción fue el presbítero Don Manuel Sanz.
Su altar está consagrado al Santo Patrono de Andalgalá, San Francisco de Asís, cuya fiesta se celebra el 4 de octubre de cada año.
Por Ordenanza Municipal Nº 021/02 esta iglesia es considerada Monumento Histórico Provincial.
El Mayorazgo de Huasán: Un viaje a través del tiempo. Ubicado a 3 km. de la ciudad de Andalgalá, combina historia, mitología, naturaleza turismo rural y ecológico. Actualmente es un establecimiento agroindustrial y permite alojamiento en su estancia, existe allí un olivo cuatro veces centenario, salvado por los jesuitas de la orden del monarca español. Es una estancia de aproximadamente 20.000 ha. que puede recorrer participando de las actividades propias del campo: labranza, corridas, fabricación de dulces caseros, cabalgatas.
Es de un microclima muy especial que se da por estar situada la finca al pie del ‘Nevado del Candado’, lo que permite también realizar múltiples actividades desde simplemente contemplar el paisaje hasta jornadas plenas de actividad y aventura.
Museo Arqueológico Provincial Lafone Quevedo: Alberga cerca de quinientas piezas de cerámica, piedra y metal. La mayor parte del material expuesto corresponde a las culturas de Belén, Aguada, Andalgalá, Inca, Yokavil, Famabalasto y Santa María, entre otros.
Museo de Sitio Muschaka – Complejo Turístico Minero: Actualmente en este sitio podes vivir un paseo alucinante ya que esta acondicionado para acceder a diversos espacios en los que se desarrollaba la actividad minera y desde donde se puede apreciar toda la magnificencia del amplio valle del condado.
Muschaka fue un complejo minero que desarrolló una intensa actividad entre los años 1902 y 1914, siendo sede de una empresa multinacional (Cooper Company), que fundía mineral de cobre extraído de los cerros de minas capillitas. En este sitio se pueden apreciar los restos de los antiguos hornos de fundición, chimeneas, playones con toneladas de escoria descartada, parte del imponente cable carril de 33 km. de longitud, la antigua capilla y otras construcciones que son testimonio de esa floreciente actividad que repercutió en la economía regional.
Museo Folclórico Municipal Felipe Zurita: Contiene en su interior una colección de vestimenta, instrumentos musicales, herramientas de labranza y ganadería, objetos referidos a la producción artesanal y la vida cotidiana.
Casona de José Pío Cisneros: Hogar de una tradicional familia andalgalense, se trata de una Clásica construcción en «U», con galerías internas y patio embaldosado. Su característica principal es el altillo que posee en una de sus alas, aparentemente usado como mirador en épocas pasadas.
Casona de los Vargas: Fue residencia del fundador de una tradicional familia, conserva testimonios de un pasado heroico, posee un estilo y ambiente acogedor. Por su arquitectura nos lleva a imaginar cómo habrá sido Andalgalá cien años atrás y nos da testimonio de que el Distrito Julumao concretó un importante asentamiento poblacional, por la presencia de vestigios de numerosas casonas de este estilo.